Quienes hemos crecido sin nuestro verdadero padre, ( la causa mas común es la separación de los mismos),sabemos los grados de emociones y sentimientos que maneja nuestra mente y nuestro Corazón.
Muchos matrimonios se separan y logran un contacto ameno y en armonía, otros los que son mas en esta sociedad lo hacen a través de la agresión y el pleito, dejando perplejos y desorientados a los propios hijos que no entienden lo que está pasando realmente o el porqué de dichos cambios. Algunos hijos ven a sus padres según lo dictamine la ley otros quizás ni lo vean nunca más y crecen solamente con la mama, si es que tienen la fortuna de tenerla ya que para otros hijos muchas veces crecen sin ninguno de los dos padres. Para otros hijos en cambio puede ser que el papá los vea asiduamente en arreglo con la mama, pero sea de la manera que vean a su papa o no, crecen sin una parte tan necesitada como es la paternidad en donde el niño adopta en el transcurso de su vida muchos cambios los cuales el papá pierde esas vivencias a raíz de esa separación. Vivir sin su propio padre transforma al niño y todo su carácter porque esa necesidad se siente y se siente para toda la vida.
Quienes nunca han tenido la “suerte “de haber conocido su padre o de no haber vivido con el su vida entera, sienten en su corazón la necesidad de saber cómo es el sentimiento hacia un padre, como seria haber tenido un padre y como seria ese amor que un padre puede dar. Sienten la necesidad del amor del hombre paterno, ese cariño de papá. Claro que también muchas veces esta la ausencia de la mama, pero en este caso el tema aquí es la ausencia de ti, papá
Ver a un hijo reír y verlo feliz es un regalo del cielo, porque la risa de un hijo vuelve al corazón de la madre, a la matriz y desde ahí se eleva en una gran emoción hacia el mundo entero. Oír la risa de un hijo es algo sagrado que deja en paz el corazón de la propia madre. Claro que esto mismo es lo que sienten la mayoría de los que son verdaderos padres, porque si llevan arraigados la paternidad sentirán lo mismo que la mama. Gracias a Dios todavía quedan verdaderos padres que aun hallándose separados, siguen siendo padres.
Lamentablemente esta separación de los padres deja secuelas graves en los niños, donde muchas veces hay que consultar con psicólogos para poder sobrellevar la situación y que el niño crezca lo más sanamente posible.
Muchos matrimonios se separan y logran un contacto ameno y en armonía, otros los que son mas en esta sociedad lo hacen a través de la agresión y el pleito, dejando perplejos y desorientados a los propios hijos que no entienden lo que está pasando realmente o el porqué de dichos cambios. Algunos hijos ven a sus padres según lo dictamine la ley otros quizás ni lo vean nunca más y crecen solamente con la mama, si es que tienen la fortuna de tenerla ya que para otros hijos muchas veces crecen sin ninguno de los dos padres. Para otros hijos en cambio puede ser que el papá los vea asiduamente en arreglo con la mama, pero sea de la manera que vean a su papa o no, crecen sin una parte tan necesitada como es la paternidad en donde el niño adopta en el transcurso de su vida muchos cambios los cuales el papá pierde esas vivencias a raíz de esa separación. Vivir sin su propio padre transforma al niño y todo su carácter porque esa necesidad se siente y se siente para toda la vida.
Quienes nunca han tenido la “suerte “de haber conocido su padre o de no haber vivido con el su vida entera, sienten en su corazón la necesidad de saber cómo es el sentimiento hacia un padre, como seria haber tenido un padre y como seria ese amor que un padre puede dar. Sienten la necesidad del amor del hombre paterno, ese cariño de papá. Claro que también muchas veces esta la ausencia de la mama, pero en este caso el tema aquí es la ausencia de ti, papá
Ver a un hijo reír y verlo feliz es un regalo del cielo, porque la risa de un hijo vuelve al corazón de la madre, a la matriz y desde ahí se eleva en una gran emoción hacia el mundo entero. Oír la risa de un hijo es algo sagrado que deja en paz el corazón de la propia madre. Claro que esto mismo es lo que sienten la mayoría de los que son verdaderos padres, porque si llevan arraigados la paternidad sentirán lo mismo que la mama. Gracias a Dios todavía quedan verdaderos padres que aun hallándose separados, siguen siendo padres.
Lamentablemente esta separación de los padres deja secuelas graves en los niños, donde muchas veces hay que consultar con psicólogos para poder sobrellevar la situación y que el niño crezca lo más sanamente posible.
Los hijos de padres separados atraviesan la situación en forma confusa.
Cuando mas pequeño es el niño más difícil que entiendan lo que sucede, pierden el referente en su crecimiento, sienten como si algo de ellos mismos ya no está más.
Su forma de demostrar todo lo que se guardan adentro de ellos es en llantos, rabietas, mal dormir, dificultad en el aprendizaje, no comer, etc.
A veces piensan que ellos son los culpables.
Los padres deben de hablar con los hijos aunque sean pequeños diciéndoles cuanto son amados por ellos y las personas que los rodean, deben sentir que aunque los padres están separados el amor por el hijo sigue y cada día con más fuerza.
Los niños deben (si es posible) ver que aunque estén separados los padres se llevan bien y hay respeto entre ellos, esta conducta también les inculcara valores al niño. Claro que no es siempre así, pero al tener un referente que se acerque al niño, en este caso la madre, hablando y conteniéndolo hace que la situación se pueda llevar de otra manera.
Tampoco hay que tratar al niño distinto a los demás, por el hecho que sea hijo de padres separados porque eso no lo hace distinto . Tratarlo distinto y complaciéndolo en todo seria sobreprotegerlo y el niño no avanzaría en su aprendizaje y seria una persona inmadura.
Cuando mas pequeño es el niño más difícil que entiendan lo que sucede, pierden el referente en su crecimiento, sienten como si algo de ellos mismos ya no está más.
Su forma de demostrar todo lo que se guardan adentro de ellos es en llantos, rabietas, mal dormir, dificultad en el aprendizaje, no comer, etc.
A veces piensan que ellos son los culpables.
Los padres deben de hablar con los hijos aunque sean pequeños diciéndoles cuanto son amados por ellos y las personas que los rodean, deben sentir que aunque los padres están separados el amor por el hijo sigue y cada día con más fuerza.
Los niños deben (si es posible) ver que aunque estén separados los padres se llevan bien y hay respeto entre ellos, esta conducta también les inculcara valores al niño. Claro que no es siempre así, pero al tener un referente que se acerque al niño, en este caso la madre, hablando y conteniéndolo hace que la situación se pueda llevar de otra manera.
Tampoco hay que tratar al niño distinto a los demás, por el hecho que sea hijo de padres separados porque eso no lo hace distinto . Tratarlo distinto y complaciéndolo en todo seria sobreprotegerlo y el niño no avanzaría en su aprendizaje y seria una persona inmadura.
SOL
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