La Dama del Balcón

Ella se asomo al balcón en esa madrugada tan solitaria tan encerrada y el aire la abrazo acariciando su rostro.
Cerró los ojos recibiendo ese gesto de la naturaleza que llego a transitar por las praderas de su alma.
No se sentía presa en ese balcón ciudadano, sentía que su alma en unos segundos estaba en otro lugar, en montañas tan altas tan lejanas para encontrarse con ella misma una vez más.
Ella se preguntaba porque siempre en su vida había momentos de cal y otra de arena, sabiendo, se decía, como había leído una vez en un libro, que la cal no era lo grueso lo denso ni la arena lo suave sino que la arena era lo grueso y rugoso mientras que la cal era tan suave como la seda…





Algunas cosas se ven o se sienten de cierta manera pero nada lo es realmente hasta que se vive ciertas experiencias, ciertas pruebas.







Y ahí estaba ella una vez más…dentro de su mundo, de su maravilloso mundo donde era el único lugar que se sentía importante para alguien, donde había sueños , esperanzas, deseos de trascender más allá de lo tangible.


Ella se oía desde su balcón en ese silencio que no era total ya que se mezclaba con los sonoros vehículos que pasaban sin saber lo que acontecía alli arriba.
En ese momento ella quería volar, volar muy muy alto, ser un angel, un dragon, un gran pajaro un águila que siempre le llamaron la atención, para elevarse tan alto y tocar esas nubes que sus ojos divisaban a lo lejos y ser uno con la brisa, planear en una paz infinita con la seguridad y fuerza del águila y del dragon con su sabiduría, con su temple.

Volar tan alto donde se escuchara su corazón con todos sus deseos hasta alcanzar el corazón de Dios y ahí dormitar sintiéndose un bebe que es protegido por el ser que mas la ama…


Ella…quimera, dama con honor y coraje a veces pantera, otras guerrera y angel...era tan delicada muchas veces como una copa de cristal.
Su debilidad era el amor, amor por todas las cosas principalmente las que pasan desapercibidas para muchos.
Ella había encontrado una pieza perdida que encajaba en el rompecabezas de su vida y se fusionaba por fin con su ser… encajaba tanto, tanto que no necesitaba palabras, solo mirar mas allá y sentir lo que se siente cuando se quiere y no hay que decir nada para entenderlo, porque el amor no se cuestiona, solo se siente, se vive con el alma entera.
Ella era feliz después de tanto dolor y de tanta lucha.

Ella era comprendida, aceptada, valorada cuando ese amor solo la miraba y encajaba en ese rompecabezas que tenía todas las respuestas sin hablar y sin saberlo y con solo mesclarse las miradas formaban un mismo horizonte.


Ella era ella al fin y alguien lo notaba.
A pesar de estar solitaria en esa madrugada en su balcón, se escuchaba a los lejos los grillos entreverados en ese silencio que sacudía el aire en su rostro ,sintiendo la paz a lo lejos de ese amor que llegaba invisible solo para abrazarla y volcarle su eterno amor que el éter bañaba en su corazón.


SOL