Los indios suelen decir: "¿como sabe el pez que está en el agua?".
La única forma de que un pez sepa que está en el agua es sacándolo fuera de ella.
Tómate el tiempo que necesites para regalarte a ti mismo, el don que el universo te ofrece.
¿sabes cual es tu dolor?, ¿estás dispuesto a reconocer que una espina arranca a otra?, sanar es doloroso. La espina nos causa dolor cuando penetr
a en el cuerpo, pero también al salir de él. Esa espina está pidiéndonos que la arranquemos. Reconoce tu papel de sanador y arráncate tu espina.
El cambio es como la seda tejida en nuestro interior. Es el ropaje con el que asistimos al enlace entre el yo espiritual y el mundo del espíritu.
Ser indio es abrazar un árbol. El árbol tiene lecciones que enseñarnos. Mira más allá de sus ramas agitándo
se. Éstas se yerguen para honrar al Padre cielo. Las raíces penetran en la Madre tierra en busca del don del alimento. El tronco es la conjunción de energías entre cielo y tierra. La savia fluye, poniendo de manifiesto la fuerza de la vida.La energía del Creador se renueva por sí misma. El mundo del espíritu nos
ha dado la oportunidad de aprender de esta verdad.
El mundo del espíritu trabaja en armonía con las leyes de la naturaleza, igual que el colibrí se desplaza sobre las espaldas del ganso migratorio.
Escoge un árbol con la amplitud necesaria para que puedas abrazarlo. Y, una mirada dulce y un tacto suave, permite que tenga lugar esa unión. Pide al árbol que te fortalezca, y dale las gracias por compartir esa energía contigo.
¡Has escuchado la canción de la vi
da, sonando entre los nudos, las hojas y las ramas del árbol?. Los árboles tienen mucho que contarnos si estamos dispuestos a escucharles.
El sauce y el poderoso roble se yerguen el uno junto al
otro. Si acontece un vendaval, ¿cual de ellos permanece?. El sauce permanece, porque fue lo bastante flexible como para ceder ante la tensión. Supo mantener su raigambre, su centro y su equilibrio. Ésta es quizá, la mayor enseñanza que el sauce puede proporcionarnos.
Cuando viene el otoño, las hojas de los árboles despliegan sus ropajes con colores de carnaval, como los de una manta india. Estas hojas nos enseñan a inclinarnos ante la muerte y a morir elegantemente. Pues la muerte es la última experiencia de la vida. Las hojas del otoño son liberadas de sus ramas por los espíritus del viento del cambio.
¿Te das cuenta de que la aceptación de la muerte puede ser un obsequio para la sed de supervivencia?, la muerte es la supervivencia de nuestro espíritu.
Tú eres un regalo del mundo del espíritu.
Extracto del libro "El tambor de sanación" de Lobo Negro y Gina Jones.
(sabiduría de los indígenas Norteamericanos)
2 comentarios:
Saludos desde lo mas profundo de la oscuridad del seol de los pensamientos y los sueños de la locura, hay mucha sabiduría en este pequeño texto aun hay mas detrás de el te saludo como las hojas del otoño saludan al lejano viento que se asoma en el horizonte.
Muchas gracias por el tiempo en que dedicaste en mi blog. Adoro esta enseñanza de los Indios que Amo por su sabiduria, por su fuerza y por lo mucho que sufrieron. Muchas gracias por tus palabras. Namasté
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